¿Tú hablas periodístico?

Lo siguiente no debería sorprenderme. Soy un habitual lector de diarios, telespectador de noticias, auditor de Radio Cooperativa (lo siento, pero no hay otra como alma máter). También soy periodista y -a diario- escribo notas, reportajes, entrevistas, síntesis y boletines. Sin embargo, no me acostumbro aún a esa mentada búsqueda que tenemos los redactores de crear una discursiva lejana al habla cotidiana, a la comprensión de la noticia en su integridad. Disfrazamos el relato de códigos, lógicas y palabras que muy poco se relacionan al diálogo real, en un extraño afán quizás academicista, purista al extremo o, meramente, encaprichado, por utilizar lugares comunes, palabras rebuscadas, léxicos pretenciosos. Resulta así un método facilista para armar una nota con un manual de cortapalos irreflexivo, preconcebido en la pereza.
Recuerdo aún un titular de "El Mercurio" que aludía a los "adláteres" de Lavín, o cuando TVN hablaba del colapso de los "nosocomios". También, reiteradamente, escucho y leo sobre "occisos", "sujetos", "individuos", "dantescos, voraces incendios.. o de proporciones", "heridos de diversa consideración", "el saldo del accidente", ... o extranjerismos como "balotage", "lobby", "bullying", "mobbing", "bashing". Esto no quiere decir que debamos limitarnos a la corrección sin estilo, pero con algo de contextualización un texto periodístico podría ser algo más armónico con los discursos cotidianos.
De pronto, es fácil recurrir a estas frases hechas, nociones de moda para armar rápido una nota. No obstante, a la larga, ¿de qué forma contribuyen a que el periodismo cumpla con su mandato natural de informar comprensible y cabalmente?.... ¿o simplemente debemos resignarnos a hablar en periodístico, a riesgo de convertirnos en relatores anquilosados?
Recuerdo aún un titular de "El Mercurio" que aludía a los "adláteres" de Lavín, o cuando TVN hablaba del colapso de los "nosocomios". También, reiteradamente, escucho y leo sobre "occisos", "sujetos", "individuos", "dantescos, voraces incendios.. o de proporciones", "heridos de diversa consideración", "el saldo del accidente", ... o extranjerismos como "balotage", "lobby", "bullying", "mobbing", "bashing". Esto no quiere decir que debamos limitarnos a la corrección sin estilo, pero con algo de contextualización un texto periodístico podría ser algo más armónico con los discursos cotidianos.
De pronto, es fácil recurrir a estas frases hechas, nociones de moda para armar rápido una nota. No obstante, a la larga, ¿de qué forma contribuyen a que el periodismo cumpla con su mandato natural de informar comprensible y cabalmente?.... ¿o simplemente debemos resignarnos a hablar en periodístico, a riesgo de convertirnos en relatores anquilosados?