Relativismo por default
Salté entre "Mar adentro", "La mala educación", "La edad de la inocencia", algunos capítulos del libro que leo a intermitencias, "Los dientes blancos".. volví a "Mi hermosa lavandería", "High art", "Little children", "Better than chocolate"...Interrumpí en escalas por un café, una llamada telefónica y luego, estiré ansioso las alas y esa extraña hipnosis que obliga a perder conciencia del entorno más próximo....
Aterricé definitivamente cuando terminé de ver "Héroes" y la vida de O'higgins. Un tanto exhausto, con los ojos aún sedientos, pero cansados... Volví a la burda y afilada realidad, a lo factual, a la planificación del día siguiente, la misma ropa, el mismo color en las paredes, el compromiso que tengo para el martes, el jueves o cuando sea, el teléfono que vuelve a sonar, la misma música, el mismo ruido exterior que se cuela por la ventana. El olor de mi cama, que, supongo, es mi mismo olor...
Cuánto preferiría vivir en constante vuelo, saltando entre las historias, planeando en pequeños transcursos, bebiendo la belleza, los detalles, las texturas.. y no tener que retornar, con una tristeza intensa, a los caminos tan predecibles de la "realidad" en bruto, tan prosaicos, faltos de magia, a los espaciados minutos que corren bulliciosos, molestos, monocordes...y luces que se fugan sin demasiado sentido.
Dentro de poco emprenderé un pequeño recorrido sin destinos fijos por mi propia ciudad, Valparaíso. Me han dejado con sed de "re-conocer" el puerto las sonambulantes caminatas que me exige el trabajo. He redescubierto tantas fachadas, rincones, estéticas... incluso, he divisado por ahí personajes que creí olvidados, como el afilador de cuchillos, el pregonero, el vendedor de cuchuflíes e incluso un miniaturista que fabrica autitos con tapas semioxidadas de bebidas.