domingo, noviembre 11, 2007

La islandesa incombustible



La última vez que fui a un show de Björk tenía 18 años. En esa época, la islandesa estaba en la cúspide de su fama (siempre restringida a los círculos no tan masivos) y llegaba a Chile, en medio de su gira "Homogenic", justo cuando yo despertaba al mundo, recién estudiaba Traducción-Interpretación en la universidad, me enamoraba por primera vez y soñaba con convertirme en periodista para trabajar en Economist.



Recuerdo bien la emoción del que fue mi primer concierto (qué mejor forma de empezar que con una de mis cantantes predilectas!). Lloré como bobo cuando apareció ella, enfundada en su traje blanco con alas (como en la foto, abajo) a cantar de una mis dos temas favoritos: "Hunter" y "Come to me". Deliré con "Violently happy" y "Pluto", y quedé colgando de las estrellas con "Jòga" y "All Neon Like".


Como todo buen momento, las dos horas de show se me pasaron volando y sólo recuerdo que estuve como una semana tareareando "Play Dead" (el cierre del show) y sin acreditar que había estado respirando su mismo aire y escuchándola cantar en simultáneo. El vestigio de la inolvidable y surreal experiencia fue la entrada, que aún conservo como un tesoro de esa época.


Ayer, 9 años más tarde, volví a ver a Björk en vivo. Esta vez con 4 discos más en el cuerpo, más fanáticos (pese a que ya no vive su esplendor musical) y sumergida en la estética aborigen de su disco "Volta". La experiencia fue la misma y muy diferente a la vez. En esta oportunidad, la islandesa cantó sólo por poco más de una hora. Revisitó su principal repertorio ("Army of me", "Hyperballad", "Bachelorette", "Earth Intruders") y demostró por qué es una de las principales voces de mi generación: esa manada de descreídos forjada en los 80, que cambió los juguetes de plástico por los discos fatalistas en la era del grunge.


Hoy ya soy periodista, no trabajo en Economist (no pierdo las esperanzas!), tengo quizá menos sueños locos, y ya he ido a unos cuantos conciertos. Sin embargo, la magia de no creer un sueño cumplido a la vista aún está intacta. A horas del show, sigo aterrizando de la estratósfera donde me dejó el vozarrón, las melodías, los beats y la genialidad de la islandesa que ha musicalizado mis días desde que la vi friendo huevos, con una insolencia exquisita, en el video "Venus as a Boy", allá por 1993.

7 Comentarios:

A la/s 8:18 p. m., Blogger Gabo Aldana dijo...

asi mismito me queria sentir viendo a Kevin Johansen, desde la seguna fila y acompañado de mi amigo Manuel QUE NO LLEGO.. narf!

en fin.

 
A la/s 10:24 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

manuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
el muy fresco se había olvidado completamente de su paso por interpretacion y traduccion de la cato!!
o no recuerdas acaso q el dia del concierto ni tu sabias q ibas? q fue el regalo de cumpleaños de tu hermana?...ah??!!
ingrato...
y nosotras amarte tanto...

ahora mas mal me caes po!si de nuevo no pude ir...en realidad , las varias lelas q habitan en mi tenian u conflico: la lela beats q gusta de pagano,se meria por ver a la islandesa maravillosa, y la rockera malula moria por ver a Kreator. En fin, como la mala es más coactiva, le mando dos mawashis a la lela beats y co dos ron y una manga de metaleros se fue a ver a Kreator

Esero no sea su ultima visita...tendre q esperar otros mil años?...por ahora, no tengo apuro

besoooooooooooooooooooooooooootes

 
A la/s 11:49 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Un placer haberlo compartido todo (vozarrón, emoción, lágrimas a punto de caer, el estar uno junto al otro)contigo nuevamente en la marcha de esta vida que nos junta siempre en el carnaval, en la alegría de vivir tristezas y jolgorios ahí, acá. Luego la larga caminata hasta lo final de Kennedy fue la extensión de lo surreal y onírico que Bjork nos entregó en la hora y tanto de lejana galaxia. Luego seguir el domingo en el recorrido de las calles como si no nos hubiera cansado el virtuosismo del espectáculo hablando de nuestros vozarrones internos, de nuestros hyperballad o hunter que duelen, pero abren definitivamente los ojos. Bjork seguirá porque es expansiva. Gracias por lo ocurrido, Manu.

Franco

 
A la/s 6:23 p. m., Blogger Rodrigo Zavala dijo...

Qué bueno que haya sido una experiencia tan grata y emocionante.

Saludos y mucho éxito en esta etapa de la vida... (Taty).

rOd.

 
A la/s 12:09 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

esa forma que tienes de regresar al pasado me fascina.. le das un toque definitivamente especial a la sintáxica.. jejeje
aunque Björk no sea de mis artistas favoritas, entiendo lo que es tener esa pasión por un artista y pasar el día tarareando una melodía suya..
y cundo esa melodía cuenta nuestra historia, entonces nos aferramos aún más a ella y por ende a quién la canta..

un besito on mucho cariño Manu

 
A la/s 10:53 p. m., Blogger Violeta z dijo...

Qué bello el comentario de Franco y la metáfora del carnaval que los une... Pensé que esos sueños inagotables de los que hablas, que conservas hasta hoy, es parte de lo que nos une a nosotros, mi hijo bello!
Notable revisar los caminos con esta experiencia de banda sonora!
Besos
TQM!
MZ

 
A la/s 8:21 p. m., Blogger Udo dijo...

Conocí a Bjork por intermedio de mi ex amiga, un par de meses o un año después de su primera visita a Chile; por supuesto con
su primer y extraordinario álbum, Debut, en ese entonces estaba yo a años luz de tener un equipo compact disc, así que grabé el disco en mi mini componete y le diseñé una carátula con mis propias manos, cassette que hasta el día de hoy conservo.
Soy un convencido que cuando te presentan algo que hasta el día de hoy ha sido desconocido para tí; y ese algo te gusta, es
porque traemos arraigados ese gusto. Hasta antes de conocer a Bjork mis gustos musicales dejaban bastante de que desear, y no
era yo muy abierto a los cambios, sin embargo adoré a Bjork, tanto que desde entonces no la he dejado de seguir, compro sagradamente sus
discos y me pasó con ella lo que ni siquiera me pasó con Shakira; recorriendo un día esas ferias de cachureos, me encontré
con esa maravilla que es Medula, era una edición especial, con cajita de cartón y un afiche de la carátula del disco, (una de sus
mejores carátulas), el precio?, sólo quinientos pesos, te aseguro una relíquia como esa y a ese precio, no la encuentras en
cualquier parte.
Un abrazo Bjorkzado.
Sal-udo.

PD: Me encantó eso de "había estado respirando su mismo aire".

 

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