viernes, julio 13, 2007

Bendita gratuidad

Hace algún tiempo leí una entrevista de Björk en la que hacía referencia al crecimiento explosivo que tuvo Islandia en los últimos 40 años. Recordaba su infancia de precaridad (aunque no infeliz), en la que cada familia suplía sus necesidades según las posibilidades que tuviera cerca: como no había dinero para comprar música, pues bien, la familia componía sus propias melodías y canciones; a falta de comida y vestuario, las madres fabricaban el pan y la ropa de los hijos y los padres tallaban los juguetes de madera de los pequeños. Lo mismo sucedía con los cuentos: o se inventaban o se adaptaban a la historia familiar parte de las viejas sagas danesas.

De acuerdo con los talentos de cada familia, los amigos encontraban la forma de congraciarse unos con otros regalándose lo mejor de la producción hogareña, todo de forma gratuita y voluntaria.


De pronto, el capitalismo invadió Islandia y en sólo 4 décadas se industrializó. Se acabaron las tradiciones y la dulcemente forzosa autarquía dio paso a la dependencia del dinero. La gratuidad cedió al efectivo y, paradójicamente, la sociedad "se desarrolló y encontró la senda del prograso" (esto, por supuesto, según algunos estándares fríamente numéricos del FMI).




La entrevista me dejó pensando... y coincidentemente hace unos días, acompañé a mi madre a la óptica para que le repusieran los cristales salidos de sus lentes. La dependiente los tomo, estuvo cerca de 15 minutos reinstalándolos. Al final, cuando fuimos a pagar, dijo "vayan, no es nada"... De inmediato surge esa reacción de sorpresa, satisfacción y gratitud. No se trata del dinero ni de lo que se ahorre, en absoluto. Es la sensación de romper con las duras reglas del libremercado, esa especie de ideología que se cuela hasta los servicios básicos (¿es realmente válido tener que pagar por los bienes que la tierra nos entrega, como el agua?, más allá de las cañerías y la regulación del consumo) y que tiene alcances impredecibles: no me extrañaría que dentro de un tiempo de tuviera un costo disfrutar de un atardecer, beber de la belleza arquitectónica de una ciudad, recordar momentos memorables.... (En el D.F. Mexicano ya existen casetas para respirar algo de oxígeno por algunos pesos!).

Lo desalentador de la historia es que cada vez resulta más complejo volver atrás en el círculo, si el dinero de cuela por los intersticios más mínimos, destrozando a hachazos -de paso- la posibilidad de usar nuestras manos para crearnos el mundo.


9 Comentarios:

A la/s 1:20 p. m., Blogger smokedeyes dijo...

Me encanta el sentido de la gratuidad!!!!! en el sentido de disfrutar y brindar a otros algo que a veces cuesta màs tiempo buscar y hallar, que simplemente ir a un mall y pagar: un poema, un plato exquisito hecho por nosotros, una tarde de complicidad, un concierto gratuito en una plaza. Me produce un placer indescriptible encontrar esos pequeños tesoros por la ciudad y me enrrabio cuando hay que pagar de màs costosos almuerzos, perfumes o ropa.....
Creo que el conecpto del trueque, del regalar porque sí son valores que debemos rescatar del olvido y del demoledor paso de la sociedad de consumo..... aunque esto no puede ir separado de otros concepto; el voluntariado. Qué estamos dispuestos nosotros a aportar en forma totalmente gratuita?????? No sería todo tan distinto si lo hiciéramos con frecuencia?????

besos!!!!!!

 
A la/s 2:48 p. m., Blogger Rodrigo Zavala dijo...

El problema es que ése es, efectivamente, un servicio que no cuesta nada.

Hay que hincar el diente en otro tipo de situaciones que ameritan una reflexión, por cuento significan verdaderos abusos del sistema en el que estamos inmersos.

Pasa por alguna de mis páginas, ingrato.

rOd.

 
A la/s 5:12 p. m., Blogger Udo dijo...

Tu texto me recordó al "Diario de Ana Frank", cuando para la navidad la chica obsequió a quiénes la acompañaban en el entretecho; solo lo que encontró a mano, y a pesar de la tragedia que vivían, ella le dió un verdadero sentido a la navidad. También me recordó a la crísis económica argentina; cuando la gente tuvo que volver a los tiempos del trueque, que por lo demás, en algunas provincias de Chile e imagino del mundo; todavía se practica.
Que más trajo a mi mente tu texto, las historias que me contaba mi madre en sus tiempos de escuela en el sur; que, como no había dinero para compar bolsos en donde poder transportar los cuadernos, ella diseñaba y fabricaba sus propios bolsos, imagino con una especie de telas. Me encantaría tener hoy en día un bolso de eso.
Bueno amigo, espero que estés bien y que mis nuevos comentarios dibujen una sonrisa en tu rostro; que no comente no significa me olvide de tí, siempre te tengo presente.
Un abrazo de oso.
Sal-udo.

 
A la/s 3:29 p. m., Blogger Violeta z dijo...

Hace pocos días le hablaba a Nico respecto al costo de la vida en simples palabras... Me dijo:

-Mami: tódo cuesta plata?
-Sí hijo. Casi todo
-No todo, yo te doy mi amor gratis...

No hay más palabras al respecto. A disfrutar lo más valioso, que aún es gratuito--

 
A la/s 6:36 p. m., Blogger andrescataldo dijo...

ola tio manuel

te hescrivo para disirte que si tienes provlemas en tu bida??? cientes que las cosas no tienen solusion?? crees qe no ay motibos para sigir bibiendo??? entra a mi blog y encontraras la solusion!!!!

libertyberto

 
A la/s 9:17 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Cada vez son menos las cosas gratuitas que nos quedan, pero mientras existan seres como el Nico de la Viole tendremos esperanzas. Me emocionó!!!!! Al igual que encontrar música de los Inti al final de la página. Hacía mucho que no los escuchaba y me produjo un "volver a vivir".

Besotes desde las callecitas de la siempre misteriosa Buenos Aires.

 
A la/s 11:32 p. m., Blogger BELMAR dijo...


...Grande Inti!

"El ser deja de saberse extranjero
dentro de aquel cuerpo flagelado
y se repliega para alcanzar su fin."

( Desde "Palimpsesto" )


BELMAR

 
A la/s 3:25 p. m., Blogger BELMAR dijo...


El primer tema de "Palimpsesto" -subido recien hoy- es un mantra que busca el desdoblamiento temporal para limpiar el cuerpo e iluminar la mente...

Se alejaron delirios y pesadillas... Los últimos escalofríos huyeron al bosque en medio de la lluvia. El ser deja de saberse extranjero dentro de aquel cuerpo des-doblado y se repliega para alcanzar su fin, su ethos original, su pathos desvocado...

( Desde "Palimpsesto" )


BELMAR

 
A la/s 1:37 p. m., Blogger Andreita dijo...

Ohhh la gratuidad!!! tengo la suerte de haber vivido en lugares donde el compartir y el trabajo voluntario es parte de la vida cotidiana... de hecho, creo que la mayoría de los congrios y merluzas que me comí es gracias al sentido de la gratuidad jejeje...
Confio en el trueque, en el ayudar... en la solidaridad... es cierto que el sistema en el que estamos inmersos no nos da muchos espacios para ella, pero igual vale la pena generar los espacios para que la gratuidad se dé...
"con tu puedo y con mi quiero vamos juntos compañero!!!"
te quiero musho musho!!

 

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