Leer los grises...

Esto lo escribo a propósito de esas conversaciones de eterno retorno con unos amigos de La Serena. Hablábamos desde lo qué estábamos haciendo en el terremoto y el triunfo del No hasta los monitos que endiosábamos, los héroes que imitábamos. Ellos hablaban de He-Man, Superman, Batman y toda la retahíla de musculosos hábiles arquetípicos que nunca pudieron convencerme. Siempre preferí a los malos. Supongo que desde la pehistoria de mi vida acumulé tantas frustraciones, cuando el Correcaminos jamás atrapaba al coyote o los planes de Gárgamel eran siempre interceptados por los pitufos. Me encantaba la arrogancia de algunos, el garbo de otros. Darth Vader y su máscara negra siempre reluciente, Las Misfits y su vocalista trasher, Moonra y su ritual egipcio de momia mal vendada, Skeletor y su manto misterioso...y bueno, por supuesto la Unión Soviética (siempre presentada como la maquinaria oscura de la Guerra Fría), con sus sombríos símbolos militarizados y gélidos, versus Estados Unidos o los adalides de la paz y la libertad que todos creen (o quieren creer).
Por supuesto "malos" y "buenos" probablemente hay. No podría pensar en intenciones inocentes en los casos de Pinochet, Hitler, Netanyahu, Milosevic, Franco, Stalin, Pol Pot, Chauchesko, Idi Amin y tantos otros... pero hablando de los "malos" convertidos en tales a partir de prototipos, desde sus particularidades, me resultaban atrayentes y asombrosos.... y jamás podría entender por qué nunca triunfaban sobre los "buenos" que parecían una tropa de bobos bondadosos azucarados sin estilo.
Recordé esta conversación con mis amigos cuando el otro día vi por las noticias a Mahmoud Ahmadinejad, el presidente iraní, defendiendo su plan nuclear frente a la Asamblea de Naciones Unidas. El mismo hombre que es demonizado por Bush como un representante del "eje del mal", que quiere desarrollar armas nucleares "para destruirnos a todos" (según Bush.. que refiere en "nosotros los buenos"), hablaba de la imperiosa necesidad de enriquecer uranio para poder suplir las deficiencias energéticas de un país que destina su único recurso natural (petróleo) a la venta. Mahmoud terminó su discurso con una pregunta abierta que bien relativiza el cuadro: ¿fuimos acaso nosotros quienes atacamos con bombas atómicas a Hiroshima y Nagasaki?
Blancos y negros del degradé ideológico... tal vez pensar en dobles opuestos.. como "bien" y "mal" es una de las muestras de nuestra encogida necesidad de reducirlo todo a etiquetas (como sucede muy claramente con la sexualidad) para poder comprenderlo, asirlo. ¿Por qué es tan difícil leer los grises?